Aquí el Secreto se vuelve objeto. VOOM toma esa verdad del Creador y la despliega en un arco de piezas que puedes usar, vestir y habitar. 
Es la continuidad física de una historia, hecha para durar y para estar cerca de ti.
Los prints viven en Gallery. En Icon Room, la obra aplicada se imprime en ropa, accesorios y objetos: los Masterpieces y sus Momentos pasan del plano simbólico al cotidiano sin perder intensidad. 
Fabricamos con materiales serios y acabados cuidados. Nuestro catálogo está vivo y no se agota.
En Icon Room hay dos niveles de Memorabilia. 
Human Memorabilia reúne objetos personales del Creador, piezas únicas nacidas de su proceso real de cambio. Conservan la energía del antes y el después de su Secreto: no buscan agradar, dicen la verdad. 
Memorabilia GOLD (Superhuman) eleva esa rareza a tótems irrepetibles con mecánica de subasta y posibilidad de reventa; puedes colocarlos de nuevo en el mercado con opción de beneficio para seguir construyendo tu colección.
Piensa cada pieza como un tótem de poder: un recordatorio operativo que te ancla al gesto que quieres repetir. No es decoración, es herramienta de enfoque. La tienes cerca y tu proceso deja de ser abstracto; toma cuerpo en un objeto que manifiesta tu transformación y te empuja, día a día, hacia tu versión SUPERHUMAN.

Aquí solo entra lo que pasa la prueba. Algunos de los productos avalados que son parte del Icon Room son los ganadores de VOOM or DOOM: herramientas, objetos y servicios que el Creador usa de verdad y que extienden su Secreto a tu día a día.
VOOM es cuando un producto funciona y es recomendable. El Creador te dice para qué sirve, cómo usarlo y cuándo brilla. DOOM es lo que se cae: modas, atajos o ruido que no aportan.
Resultado: una selección honesta, práctica y sin postureo. Cosas que sí te ayudan a practicar el símbolo en la vida real.
Piensa en Icon Room como una habitación a la que entras para ponerte en marcha. 
No es un museo ni una tienda: es tu cuarto de herramientas. 
Aquí el Secreto del Creador vive en objetos que tocas, vistes y usas a diario. 
Abres la puerta, eliges una pieza, recuerdas la intención y sigues. Cuando pierdes motivación, te ancla, te empuja; cuando avanzas, te celebra. 
Vuelves al mundo un poco distinto. Esta habitación no acumula cosas: activa hábitos. Aquí el símbolo deja de ser teoría y se convierte en tu rutina diaria de crecimiento.